Corona fúnebre a la memoria del Bachiller Clemente Isturriaga

Título: Corona fúnebre a la memoria del Bachiller Clemente Isturriaga

Autor: Anónimo

Primera edición/edición príncipe: 1878

Imprenta/editorial: Jesús M. Alas

Lugar: Caracas, Venezuela

Edición en el Museo: Jesús M. Alas, Caracas, 1878


La corona fúnebre a la memoria del Bachiller Clemente Isturriaga comprende una recopilación de los datos biográficos, así como también los escritos que homenajean a este ilustre joven quien falleció a causa de un proyectil en mayo de 1878 a la edad de diecinueve años. Según los datos que nos proporciona Henrique Chaumer en la biografía al inicio de la corona, Isturriaga era modesto y virtuoso, muy noble y respetado por sus padres, maestros y conocidos. Era Bachiller en Filosofía, tenía un corazón humanitario y su talento en diversos instrumentos musicales, entre ellos el piano y el violín, era de admirar por sus conocidos. Isturriaga escribió para el periódico “La Verdad”, que fue muy bien recibido por su redacción, filosofía y gracia.

El General Antonio Guzmán Blanco le confirió el rango de Teniente de los Ejércitos de la República; llegó a ser celador del Colegio de Santa María hasta que fue designado como practicante de número del Hospital Militar de Caracas. Isturriaga era estudioso y no apartaba la mirada de los libros, siendo uno de los pocos placeres que disfrutaba. Falleció luego de que un proyectil cayera cerca de la ventana de su habitación el 14 de mayo de 1878, durante las conmemoraciones de unos funerales.

El Hospital Militar lamenta hoi (sic) con profundo sentimiento la irreparable pérdida que ha hecho con la muerte  de uno de sus estimables servidores, el joven practicante Clemente Isturriaga.

Esta dirección se asocia a todos los empleados en el duelo que se esperimenta (sic) con tan sensible desgracia.

(p.9)

Esta corona fue editada por Jesús M. Alas, un amigo de Isturriaga quien, además, escribió el último pésame de la corona. Esta corona recopila, además de una síntesis biográfica del fallecido, necrologías, pésames y cartas de amigos, maestros y conocidos lamentando el trágico fallecimiento de Isturriaga, demostrando la ilustre huella que dejó como legado durante su corta vida. Una de las cartas recopiladas en esta corona fúnebre fue escrita por Antonio Leocadio Guzmán, padre del General Antonio Guzmán Blanco, quien lamenta la inesperada muerte de Isturriaga escribiendo lo doloroso que debe ser perder un hijo a tan corta edad.

Dentro del canon bibliográfico nacional, el fallecimiento de Isturriaga fue un golpe para la sociedad decimonónica caraqueña, puesto a que la pérdida de un joven ilustre que ya a su trempranamente había demostrado talento y hecho mucho por la comunidad iba a tener impacto en la sociedad capitalina. Si consideramos que el General Guzmán Blanco lo nombró Teniente de los Ejércitos de la República y que en Caracas había contribuido a instituciones como el diario “La Verdad” y al Hospital Militar, el impacto de este fallecimiento en el canon nacional se basó en homenajear a un joven ilustre que no alcanzó a completar su vida ni pudo seguir contribuyendo a la sociedad tal como lo exhiben sus maestros, amigos y conocidos en las cartas compiladas.

La corona fúnebre es también una muestra de la solidaridad caraqueña hacia Isturriaga quien, como ya se ha dicho antes, a su corta edad había contribuido a la sociedad caraqueña a gran medida, sea por sus aportes a “La Verdad”, sus conciertos como actos generosos hacia la comunidad, hasta su práctica dentro del Hospital Militar de Caracas, es una muestra del gran impacto que puede tener la juventud dentro de una sociedad, en este caso, dentro de la sociedad caraqueña del s. XIX.

El ejemplar que descansa en nuestro museo proviene de la Biblioteca Venezolana V.M. Ovalles (PFGR)