Considerado el impresor de la Independencia, Juan Baillío (Haiti, 1752-1816) llegó a Caracas desde Curazao a instancias del Real Consulado de Caracas y comenzó a operar en octubre de 1810, ubicada en la esquina del Palacio Arzobispal.
Señala Pedro Grases que la empresa editorial de Juan Baillío se separa en dos etapas, la primera de 1810 a 1811 cuando usa la denominación de “Juan Baillío y Cía” que no era otro que su socio Luis Delpech. Cuando la sociedad se rompe en 1811 parte del taller queda en discusión y es adquirido por el Gobierno en 1812 y enviado a la ciudad de Valencia. Esto señala la segunda parte de la empresa de Baillío que va de 1811 a 1816, en esta etapa se usa únicamente el pie “Juan Baillío”.
Se sabe que el impresor, fiel a la causa de la independencia, acompañó a Bolívar a Haití como “Impresor de la expedición libertadora” hasta su desaparición en 1816.
De las prensas de Juan Baillío saldrán textos fundamentales para el país como: El Publicista de Venezuela que circuló en 1811, también El Mercurio Venezolano, El Patriota de Venezuela, Semanario de Caracas. Varias proclamas del Libertador impresas entre junio a octubre de 1813. El proyecto de constitución para la Isla de Cuba de Joaquín Infante, El Directorium en Latín, La Lógica o los primeros elementos del arte de pensar del Abate Condillac, Las refutaciones de las ideas de Guillermo de Burke, Un Madrigal, anónimo; y la Constitución Federal para los Estados de Venezuela