Lydia Cabrera

Escritora, antropóloga y artista cubana, cuyos cuentos e investigaciones sobre la historia afrodescendiente, sus orígenes y su cultura, le han conseguido su reconocimiento.

Lydia Cabrera forma parte de forma relevante en la historia literaria de Cuba.

Nace el 20 de mayo de 1899, en La Habana, Cuba, en una familia acomodada. Es la menor de ocho hermanos, hijos del escritor y abogado Raimundo Cabrera y Elisa Bilbao, y es probablemente a la influencia literaria de su padre, el entorno pre-revolucionario en el que nació y se crió, o a ambos, que desde temprana edad presenta interés en la cultura afrodescendiente, tanto que ya a los catorce años comienza a escribir crónicas sociales en la revista Cuba y América, de la que su padre era dueño, allí escribió desde 1913 hasta 1916. No asistió a la escuela como todos sus hermanos dados algunos problemas de salud, fue en cambio educada en casa con tutores. Se residencia en París desde 1927 hasta 1938, donde estudia Arte y Religión en L´Ecole du Louvre, graduándose en 1930, además de algunos cursos que tomó en L´Ecole Nationale des BeauxArts.

     Fue amiga íntima de la escritora venezolana Teresa de la Parra, a quien conoce en el Congreso Interamericano de Periodistas en 1927, y con quien mantiene un epistolario hasta que en 1932, año en el que, al diagnosticarle tuberculosis a De la Parra, ésta decida acompañarla en Suiza en el sanatorio en el que estaba internada, ahí permanece hasta 1936, cuando muere la escritora venezolana. En marzo de ese mismo año, gracias a la traducción al Francés de Francis de Miomandre (quien ya había traducido las novelas de Teresa de la Parra) la editorial Gallimard publica la colección de cuentos de Lydia Cabrera bajo el título Contes négres de Cuba. Regresó a Cuba en 1940, donde da a conocer la primera edición de Cuentos negros de Cuba, desde entonces se mantuvo publicando sus cuentos en revistas.

     Durante un tiempo se dedicó al análisis de la cultura afrodescendiente ya de forma profesional, recorriendo todo el país para poder recoger mayor información y ampliar su conocimiento lingüístico, antropológico, además de haber hecho un profundo e importante estudio sobre los Abakuás, tribu secreta que no compartía  información acerca de sus creencias; el resultado de este estudio, además de todas sus notas, no publicadas sino donadas a la biblioteca de la Universidad de Miami, donde obtuvo su doctorado, fue su libro El Monte, publicada en 1954, que muchos consideran una obra maestra, y La Sociedad Secreta Abakuá en 1959.

     Tras el triunfo de la revolución en 1960, emigra junto a María Teresa Rojas a España y luego a Estados Unidos, desde ahí editó y divulgó algunas de sus notas, además de asesorar académicos e investigadores. Ahí se estableció hasta su muerte el 19 de septiembre de 1991.