Memoria de los abonos, cultivo y beneficios que necesitan los diversos valles de la provincia de Caracas para la plantación de café

Título: Memoria de los abonos, cultivo y beneficios que necesitan los diversos valles de la provincia de Caracas para la plantación de café

Autor: Anónimo

Edición príncipe: 1833

Imprenta: Tomás Antero

Lugar: Caracas

Edición en el Museo: N/P


El 3 de agosto de 1810 en el Nº 111 de la Gazeta de Caracas se lee un interesante anuncio: “En casa de Don Pedro Eduardo, hay de venta un cuaderno que trata sobre el cultivo y beneficio del café.” Ese anuncio ha abierto entre los historiadores y bibliófilos la interrogante sobre el primer libro publicado en Venezuela. 

El libro del que hablamos es Memoria de los abonos, cultivo y beneficios que necesitan los diversos valles de la provincia de Caracas para la plantación de café, escrito por un anónimo y publicado Imprenta de Tomás Antero en 1833.   

La interrogante bibliográfica se apoya también en la “advertencia” que podemos encontrar en sus primeras páginas, que señala que la publicación  se trata de una reimpresión y que ya se había circulado en el país en 1809. No obstante, el redactor explica que no pudieron dar con ningún ejemplar impreso y que sólo lo han podido reimprimir gracias a una copia manuscrita encontrada y propiedad del señor Isidro Soto. Continua entonces la interrogante, ¿fue acaso la Memoria de los abonos   una impresión anterior al Calendario Manual o guía universal para forasteros de 1810

La obra se imprimió por suscripción y es notable que en la lista encontremos buena parte de la intelectualidad caraqueña de esos años,  nombres como: Los Uztariz,  Vicente Lecuna, Tomás Lander,  Fermín Toro y Rafael María Baralt y hasta a una mujer: María del Rosario Pacheco.

La organización del texto comienza precisamente con la lista de los suscriptores, la advertencia, de la que hemos hablado y que hace alusión a una impresión anterior, un discurso preliminar en el que se exaltan las propiedades de la tierra y el clima de Caracas así como los beneficios de la agricultura para la sociedad; catorce tratados o capítulos y unas páginas sobre la “Instrucción para el gobierno de las haciendas de Cacao” que se divide a su vez en once apartados en los que detalla los beneficios de la agricultura para la sociedad y las propiedades del clima y la tierra, explica elementos como el arado, el estiércol, la sombra, los terrenos, como sembrar, podar el café la relación entre las diferentes plantas y los errores en los que puede incurrir un agricultor.  Sobre las haciendas explica cómo cuidar siembras de plátano, las plagas, el corte del cacao, la recogida, los beneficios y la conservación, etc. y finalmente, un apéndice.

Como su título señala, la obra explica como cultivar el café, pero además la obra es un pequeño tratado moral que relaciona la agricultura con los beneficios que  aporta a la sociedad, con aire premonitorio rechaza la minería y exalta el cuidado de la hacienda y la familia.

Sobre nuestra interrogante del principio, debemos aclarar que el problema continua mientras no encontremos un ejemplar impreso en 1809 el Calendario Manual sigue ocupando el lugar del primer libro impreso en Venezuela.

Primera(s) Edición (es)

Anónimo. Memoria de los abonos, cultivo y beneficios que necesitan los diversos valles de la provincia de Caracas para la plantación de café. Imprenta de Tomás Antero. Caracas.  1833

Edición en el Museo

N/P

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Héctor García Chuecos. “Introducción de la Imprenta en Venezuela”. Relatos y comentarios sobre temas de historia Venezolana. Caracas. 1957